domingo, 19 de mayo de 2013

Amores de Año Nuevo



Siempre pasan cosas insólitas durante la noche de año nuevo. Por lo menos el encuentro amoroso es inminente. En eso estaba, de lo mejor con una chicoca que había conocido bailando en la fiesta. La cosa avanzaba de lo más bien cuando llegó el momento de la verdad.
Calzones amarillos. Sí, tenía calzones amarillos. Para la suerte -argumentó-. No hubo forma de aguantar el ataque de risa que siguió. El problema fue que ella no se lo tomó igual de bien. Mientras yo reía ella lloraba desconsoladamente y por supuesto que mis carcajadas no ayudaban en nada para calmarla.
Afortunadamente, después de muchos tira y afloja, galanteos y palabras bonitas, logramos superar el impás y cumplir con el objetivo propuesto.

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